jueves, 25 de mayo de 2023

TESTIGO CLAVE CONFIRMA LA AUTENTICIDAD Y GRAN EXTRAÑEZA DE UN AVISTAMIENTO DESCRIPTO EN EL LIBRO “LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA”

Es uno de los casos más increíbles documentados en el libro escrito por el Prof. Rubén “Gurú” Morales, tanto es así que en la primera edición de la obra (2016) el autor expresaba sus dudas sobre la realidad del incidente, al que veía tan fantástico como un relato de ficción, además era sospechoso que la identidad de los cuatro testigos permaneciera oculta ¡60 años después!

Se trata de la observación realizada en Isla Roberts (Shetland del Sur) por una comisión científica chilena en enero de 1956.

En la segunda edición del libro por primera vez se difundieron los nombres de los cuatro protagonistas. Ahora, en una reciente entrevista, uno de ellos toma la palabra y cuenta en primera persona, por primera vez, todo lo que vivió durante esa extraña estadía antártica en la Isla Roberts. 


Tal como se explica en una entrada anterior del blog “Antártida Enigmática”, en 2019 el Prof. Morales develó novedades sobre este caso en una Jornada Ufológica realizada en Rauch (Provincia de Buenos Aires), cuando ya parecía impensable encontrar datos nuevos sobre un hecho sucedido en 1956, pero luego de la primera edición de su libro, Morales tuvo fructíferos intercambios de información con el destacado estudioso chileno Pablo Petrowitsch, quien resultó haber sido amigo de uno de los testigos de este caso, del Dr. Ing. Jorge Moder Jorquera (agrónomo, geólogo y glaciólogo) y además Petrowitsch recordaba el nombre de un segundo testigo, el Prof. Celestino Castro Alvarenga (biólogo). Con esos datos, una búsqueda en internet permitió a Morales identificar a los otros dos miembros de aquella comisión científica chilena: El técnico en biología Abelardo Báez y el Sargento 1º enfermero de la Marina Héctor Juan Adofacci. Las pertinentes ampliaciones de información se incorporaron a la segunda edición de “Los ovnis de la Antártida" (Ed. Argentinidad, Bs. As., 2018, pp. 261-272) y luego el periodista e investigador chileno Patricio Abusleme Hoffman consiguió lo que parecía imposible: ¡localizó y entrevistó a Abelardo Báez, uno de los cuatro hombres que observaron los extraños cilindros en el cielo de Isla Roberts en enero de 1956!


Fue una refrescante noticia saber que aún existía un testigo que podía contar la historia y gracias a él también pudimos ver por primera vez algunas fotos de aquella expedición científica en el refugio de Coopermine, Isla Roberts, Arch. Shetland del Sur.


UNA ENTREVISTA REVELADORA


Báez en la Antártida junto a un helicóptero, 1956. Fuente: El Porteño

Pero las novedades no iban a terminar allí: El 19 de abril de 2022 en  la revista “El Porteño” de Valparaíso se publicó una entrevista con la firma de Guillermo Correa titulada Avistamiento de OVNIS en la Antártida: conversando con Abelardo Báez Cortés. Báez actualmente es un reconocido odontólogo y en esta entrevista da todo tipo de detalles sobre el extraño episodio que vivió en 1956, año en que participó como “ayudante técnico” en una misión científica antártica. Sus declaraciones adquieren un enorme valor testimonial porque como él mismo lo dice “soy el único sobreviviente de esta historia…”


“Imagínate un muchacho de mi edad, de 18 años, lleno de entusiasmo por las aventuras, por conocer nuevas tierras, por conocer mi país, y sin quererlo me encuentro con un viaje científico nada menos que a la Antártida chilena” -expresa entusiasmado Báez en la entrevista, de la cual aconsejamos su lectura completa en “El Porteño”.


Sigue relatando Báez con total espontaneidad:


“Es el año 1955, por ahí por el mes de noviembre partimos. Llegamos allá en un viaje en barco y luego nos fueron a dejar a la Isla Roberts a un refugio que existía allí para los marinos que salían en sus expediciones. Nosotros permaneceríamos durante un mes allí haciendo los trabajos científicos, los estudios y las exploraciones. Era un lugar solitario, por esa razón agregaron a nuestro equipo a un Enfermero de la Armada. Los otros integrantes estaban un poco preocupados porque estaríamos completamente solos, pero para mí, que en esa época era un muchacho al que le gustaban las aventuras, eso no me preocupaba en lo más mínimo. Incluso teníamos un equipo de radio para comunicarnos que se echó a perder a los pocos días, lo que preocupó aún más a los otros integrantes del grupo.


DOS “ZEPELINES” VERTICALES IRRUMPEN EN EL CIELO


(…) “Nosotros íbamos por la Estación de Biología Marina de la Universidad de Chile de Valparaíso, el Biólogo Marino Celestino Castro y a mí la Estación me designó como su ayudante. Yo tenía 18 años y los 19 los cumplí allá en la Antártida el 23 de enero. Todo este fenómeno donde aparecen los “zepelines” ocurre allá un 4 de enero del año 1956.


(…) el viejo Castro que estaba siempre medio desvelado, yo le digo viejo, pero debe haber tenido unos cuarenta años, sale una mañana a tomar aire y regresa desesperado gritando al refugio contando lo que había visto. El primero que se levanta es el Moder, Jorge Moder, que comprueba la cosa, después salió el sargento Adofacci; yo pensaba que estaban leseando, con mis 18 años estaba calientito en la cama y no quería levantarme todavía, pero como nadie volvía me levanté y salí a mirar qué pasaba. Efectivamente era cierto la cosa. Eran dos zepelines, como lápices, con esa forma, que estaban en forma vertical en el cielo y que no se movían, estáticos en el aire. No tenían ventanas, se veía cambios de colores violetas, fucsias, plateados. Y ahí comienza toda esta historia. (…) “Fue algo impresionante. Hay una especie de canal que se forma entre la isla y el continente y ver estos objetos allí, paralelos entre sí, me dejó impresionado.”


(…) “Jorge Moder se volvió como loco, regresa adentro del refugio a buscar sus instrumentos para hacer ciertas mediciones, llevó un altímetro, que para mí que era un profano en eso era algo espectacular. Con eso midió la altura del objeto y según describe en el documento era de prácticamente 150 metros de longitud. Ambos objetos estaban ubicados en forma vertical, parecían unos zepelines.

Lo más impactante fue cuando Moder llegó con una especie de espejo, un lente polarizado, y empezó a hacer señales, trató de comunicarse y hubo como un acercamiento de estos objetos, como que se produjo una distracción de estos objetos y se acercaron. Como Moder ya había también medido la radioactividad que emitían, del entorno donde estaban estos objetos, se pudo observar como cambió la radioactividad, y al ver que la radioactividad seguía aumentando Celestino Castro se alteró mucho, se asustó, le pegó con un palo y le hizo pedazos el espejo al Moder para que no siguieran acercándose los objetos, porque en la medida que se comunicaba los objetos se acercaban un poco. Celestino tenía miedo que si seguían acercándose y seguía aumentando la radiactividad fuéramos a morir todos.”

Abelardo Báez durante la entrevista. Fuente: El Porteño

(…) lo curioso es que los objetos empiezan a hacer unos movimientos a una rapidez que se calculó en casi cuarenta y cinco mil kilómetros por hora como lo describe Moder, se movían en zigzag y después se paraban en seco. Seres humanos, a esa velocidad, dentro de esos objetos, quedan molidos por la inercia. Eso significaba para él que no eran seres de este planeta.

Ahora, otro detalle importante que recuerdo es que la orientación de estos objetos era siempre hacia la base militar de los marinos, la Base Prat que estaba en la Isla Greenwich. Se movían en zigzag, se detenían y volvían.”

(…) “No recuerdo haber tenido angustia, ni miedo, yo la tomé más bien como una aventura que para un cabro de 18, casi 19 años, es algo que te sorprende, pero al mismo tiempo te alegra de haber tenido la oportunidad de ver algo así.”


OCULTAMIENTO OFICIAL Y DESINFORMACIÓN

Como ya se ha dicho, durante 60 años se ocultó la identidad de los testigos pero además se pretendía situar el incidente en la Isla Robertson del Mar de Weddell, en tanto la investigación documental demostró que esa expedición antártica chilena de 1956 jamás penetró en el Mar de Weddell. Abelardo Báez sospecha que hubo una acción deliberada para distorsionar la información: ”(Robertson y Roberts) son dos islas totalmente distintas y bien diferenciadas. Al parecer, en forma intencional le cambiaron el nombre a la Isla Roberts, para distorsionar un poco toda esta cosa, eso es lo que se da a entender ahí en los documentos.”

También el testigo confirma el retiro anticipado de la isla que el autor de “Los ovnis de la Antártida” había supuesto aunque le faltaban pruebas: “No alcanzamos a enterar el mes como estaba estipulado, porque cómo se nos había echado a perder la radio de comunicaciones en la Base se alarmaron y nos vinieron a buscar como el 20 de enero, alcanzamos a estar como tres semanas en la Isla Roberts.”


(…) Todos quedamos muy impactados con esto, tanto es así que cuando a Moder lo entrevista el Canal 13, hace muchos años atrás (abril de 1968), el accede a esa entrevista, pero aparece de espaldas, sin mostrar su rostro. Claro, porque el Comodoro, el Capitán de Navío que mandaba toda la expedición en la Antártida nos prohibió terminantemente comentar nada, porque o si no tendríamos que asumir las consecuencias…”

(…) “Ahora que aparece esto en la televisión, yo estuve allá el año 55, como 66 años después recién sale a la luz pública este episodio” , reflexiona acertadamente Abelardo Báez a sus 86 años.

jueves, 18 de mayo de 2023

“Hay mucho secreto en todo esto, pero también hay casos que tuvieron repercusión mundial”



Entrevista al Prof. Rubén Morales (autor del libro “Los ovnis de la Antártida”) realizada por el historiador Prof. Carlos Gigliotti en el stand del Grupo Argentinidad de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el 6 de mayo de 2023. El autor dio detalles acerca de cómo localizó los documentos y testimonios publicados en su libro y cree encontrar un común denominador en estos casos antárticos “parecen grandes espectáculos especialmente montados para un auditorio mínimo”. Entre otros temas, se refirió también al histórico ocultamiento oficial y a las comisiones investigadoras de ovnis en Estados Unidos y en la Argentina.



Carlos Gigliotti: -En el stand del Grupo Argentinidad tenemos ahora a un escritor que es autor de un libro sobre un tema muy interesante, un tema que me apasiona y vamos a ver si podemos plantear algunas preguntas que revelen lo que sabe este escritor. Quiero presentarles al señor Rubén Morales, gracias Rubén por estar!


Rubén Morales: -Un gusto Carlos, un gusto estar aquí, contento de que el libro “Los ovnis de la Antártida” más allá de las gratificaciones que pueda darme como autor es un libro que de alguna manera está vivo, sigue produciendo repercusiones, hay gente que tanto aquí como en otros países ha profundizado en sus contenidos e investigaciones. En ese sentido es un libro muy particular, porque a diferencia de otros sobre temas similares contiene muchas citas bibliográficas, fotos, nombres y apellidos de los protagonistas, de esos integrantes de las dotaciones antárticas que me dieron su testimonio en primera persona. El libro no se cierra en sí mismo, tiene materiales que pueden ser revisados, reinvestigados, y ha causado repercusiones en nuestro país pero también en Chile, Brasil, Gran Bretaña…  que ratifican los contenidos publicados.  


C.G,: -Antes de hablar del libro hablemos un poco de fenómeno en sí, el tema ovni tiene su mística a partir de esa observación que realizó un piloto civil en Estados Unidos en 1947 acuñando para la historia el término “plato volador” y casi simultáneamente se produjo el episodio de Roswell… ¿Cómo evolucionó la ovnilogía desde aquel momento hasta hoy? 


R.M.: -Es complejo dar una única respuesta porque desde 1947 efectivamente hay gente que aborda el tema desde un punto de vista místico centrándose en promover todo lo relacionado con lo extraterrestre y hay otros qué preferimos un enfoque fenomenológico, tal como lo han hecho por ejemplo los proyectos de investigación de las fuerzas armadas de Estados Unidos, o como el proyecto que está desarrollando ahora el Pentágono si bien con una orientación totalmente diferente a la que tenía el conocido proyecto Blue Book.


La ufología es lo que los ufólogos han hecho de ella. Hay distintas líneas de pensamiento que van desde lo científico a lo espiritual, pero si nos referimos a los ovnis que se vieron en la Antártida tenemos que pensar en personas con formación científica, militar, técnica, con capacidad para producir informes, documentos, sobre las observaciones que realizaron. Y siempre que existan documentos se pueden realizar nuevas pruebas y obtener nuevas conclusiones ¡eso es muy bueno! 


C.G.: -Siguiendo en esa línea de pensamiento, el proyecto Libro Azul trató de ocultar la realidad, en cambio el proyecto actual del Pentágono tuvo que revisar todo porque aviones F-16 de los Estados Unidos filmaron y grabaron objetos extraños, ya no se pudo ocultar más lo que pasaba. Ahora bien ¿Cuál fue el salto cualitativo para que el Pentágono tome en serio estos temas?


R.M.: -El Pentágono ya venía investigando de manera reservada pero hacia 2017 Luis Elizondo, un ex funcionario del Pentágono, fue el primero en difundir unos videos que luego fueron reconocidos como auténticos oficialmente. Eso hace que ahora el Pentágono plantee  ante la prensa y el Congreso que los ovnis pueden significar una amenaza para la soberanía y la seguridad nacional, algo muy parecido a lo que pensaban en la Argentina -sin ser debidamente escuchados- el capitán Omar Roque Pagani y el capitán Daniel Perissé. También hay que decir que en la Argentina también hubo comisiones oficiales investigadores del tema ovni, incluso desde 2011 existe una comisión que funciona ininterrumpidamente en el seno de la Fuerza Aérea.


C.G.: -Vamos a otra pregunta ¡porque tendría muchas preguntas para hacerte! Hablemos de lo que sucedió en Colares, Brasil, eso fue algo tan brutal, tan violento que tuvo que intervenir el Departamento de Estado brasileño enviando las Fuerzas Armadas. Contame algo de ese caso y como repercutió en América Latina.


R.M.: -Sí, aclaremos de entrada que ese caso no tiene que ver con temas de mi libro, pero se refiere a unos hechos lamentables, terribles, sucedidos en los años 70 en la isla Colares situada en el Amazonas brasileño, dónde hubo una sucesión de luces y rayos que atacaban a los pobladores provocándoles todo tipo de daños, quemaduras y lesiones, se trata de uno de los hechos más extraños que hayan sucedido en Latinoamérica. La Fuerza Aérea de Brasil envió una comisión al mando de un capitán de apellido Holanda Lima, la llamada “Operación Plato”. Años después Hollanda Lima dio detalles en una larga entrevista a la revista UFO y pocos meses después fue hallado muerto, se dijo que por suicidio. Existe la sospecha de que episodios como los de Colares tal vez puedan relacionarse con algún experimento social realizado en un lugar apartado como ese, con fines inconfesables. Hay varios libros sobre el tema, recuerdo uno, “Vampiros del espacio”.


C.G.: -Al leer tu libro “Los ovnis de la Antártida” es incontrastable  la cantidad de personas que atestiguaron fenómenos extraños en ese territorio. ¿Cómo pudiste acceder a esas informaciones que en muchos casos se consideran secretas o que al menos no es nada fácil obtenerlas?


R.M.: -Es cierto, hay mucho secreto en esto, pero también hubo casos que tomaron estado público y tuvieron repercusión mundial, como los sucedidos en 1965 en dos bases de la Armada: Isla Decepción y el histórico Destacamento Naval Orcadas. Tal es así que la Armada Argentina a través de la Secretaría de Marina emitió dos comunicados públicos avalando esos avistamientos y lo mismo hizo la Fuerza Aérea de Chile (FACh) por las observaciones que se realizaron desde la base chilena Presidente Pedro Aguirre Cerda en la Isla Decepción. En cambio, los británicos que también estaban en la misma isla prefirieron callar y el informe que habían enviado al British Antarctic Survey en 1965 recién se desclasificó en el año 2018 ¡después de la publicación de mi libro! 

Y como siempre surgen nuevas informaciones me vi obligado a crear un blog, que se llama Antártida Enigmática, donde voy incorporando las novedades que no entraron en el libro.


Pero esos hechos de 1965 marcaron un antes y un después en las observaciones antárticas, el por entonces Teniente de Fragata Daniel Perissé era Comandante del Destacamento Naval Decepción y le tocó ser uno de los testigos privilegiados, para luego convertirse en investigador y divulgador del tema ovni. Conté con su amistad, me relató lo sucedido y además me presentó a otros integrantes de esa dotación a los cuales pude entrevistar. A través de todos esos testimonios fue posible reconstruir esos casos que integran el núcleo central del libro, pero hay algo muy importante para remarcar: En aquel invierno de 1965, al divulgarse en la prensa mundial los comunicados de la Armada Argentina, los diarios de Nueva Zelandia, de Estados Unidos, de Europa, mismo de Inglaterra. publicaron que se habían observado ovnis… ¡en la Antártida Argentina! ¡con lo cual impusimos en el mundo un discurso de soberanía a través de un tema totalmente lateral! Muy pocas veces se tiene en cuenta el hecho de que la soberanía se ejerce también desde el discurso y todo el mérito fue de Perissé, quien desde la Isla Decepción informó a los mandos lo que habían visto para que se enviara a la prensa. 


El libro incluye numerosas observaciones tanto de bases argentinas como de otros países, por ejemplo en 1956 cuatro científicos chilenos tuvieron la experiencia extraordinaria de estar varios días observando permanentemente dos extraños cilindros en el cielo y gracias al libro se pudo establecer la identidad de todos ellos que hasta entonces ni siquiera era conocida públicamente en Chile. Gracias al libro, también, el periodista chileno Patricio Abusleme Hoffman logró localizar a uno de esos cuatro testigos, el único que aún vive. Y cuando le preguntó si era cierto que habían visto estos fenómenos durante dos días seguidos este hombre le respondió “¡no! ¡para mí fue más tiempo!”…  Casos como éste nos demuestran que la información contenida en el libro puede seguir disparando nuevos testimonios, nuevos datos, porque hay muchos archivos que todavía siguen clasificados, que no se han dado a conocer, en diversos países. 


C.G.: -¿Cual es la causa por la cual esos distintos países que tienen departamentos de ovnilogía son tan reacios en brindar la información? ¿cual es el miedo? ¿cual es el conflicto? ¿que implicaría dar a conocer la información que tienen depositada en sus archivos?


R.M.: -Es difícil dar una respuesta única. En el caso de las bases antárticas recordemos que dependen de mandos militares o de gobiernos, es decir organismos a los cuales no les gusta que haya desorden en sus esquemas y el hecho de observar algo extraño, algo diferente, marca una ruptura de ese orden. Hay en mi blog un fenómeno aéreo muy extraño que me fue relatado luego de la edición del libro por Juan Carlos López (un experto en el estudio de las orcas) quien en 1991 estaba en un lugar de la Antártida que se llama Puerto Neko y junto a sus compañeros de expedición vio pasar numerosas luces, unas atrás de otras, haciendo zig-zags. Y al día siguiente cuando él llama por radio a Base Decepción para preguntar si había maniobras aéreas o fenómenos astronómicos que pudieran provocar el incidente, la respuesta del operador fue: “No, no hubo nada, pero en la Antártida,… siempre conviene mirar para abajo”…  Criterios parecidos se aplican a diario en muchos organismos oficiales provocando que mucha información continúe oculta aunque no signifique peligro alguno para la seguridad nacional.


C.G.: -Al investigar casos de la Armada ¿Tuviste contacto directo con gente del edificio del Estado Mayor de la Armada?


R.M.: -Estuve en el edificio de Comodoro Py, también en otros archivos y bibliotecas de la institución, en hemerotecas, estuve en todos los lugares posibles donde pudiera encontrar información. En esa búsqueda hallé gente que me dio una gran colaboración, muy generosa, a quienes les agradezco sinceramente, y también hubo otros que me la negaron de manera tajante.


C.G.: -Y de los muchos casos que has investigado ¿Cuál es el que te genera más interrogantes? ¿cual es el que te hace pensar que estamos ante un verdadero ovni?


R.M.: -Hay algo muy particular en estos casos antárticos. Consideremos que la Antártida es un lugar aislado, qué tiene horizontes inmensos, un cielo limpio, no contaminado… Si se presta atención a ciertos relatos parecen hablar de eventos preparados exclusivamente para ser vistos por una o unas pocas personas, son grandes espectáculos dedicados a un auditorio mínimo, eso fue muy patente en el caso de estos cuatro científicos chilenos que en 1956 estaban en un refugio de la Isla Roberts y tuvieron a dos cilindros suspendidos sobre sus cabezas durante más de dos días. Esos cilindros ¡de alguna manera trataron de interactuar con ellos! y entonces surgió el gran problema ¿cómo comunicarse con algo desconocido? porque los objetos estaban quietos ahí, ya los habían fotografiado, los habían filmado… ¿que más hacer? En determinado momento, uno de los científicos, el Dr. Jorge Moder, tomó un proyector de luz polarizada y empezó a hacerles señales. En respuesta, uno de los objetos comenzó a bajar, pero el científico que estaba junto a Moder -el biólogo Celestino Castro- se alarmó porque los índices de radioactividad habían aumentado 40 veces. Si el objeto seguía acercándose pondría sus vidas en peligro. Castro le arrebató el proyector de luz polarizada, lo arrojó al piso y lo rompió en pedazos para dar por terminada la experiencia. Acto seguido, el cilindro metálico volvió a ascender hasta su posición anterior…

Este episodio nos marca la complejidad de comunicarnos con una cultura o con una inteligencia diferente. ¿Qué podemos decir más allá de “hola, que tal”? Ese desafío comunicacional queda planteado en estas experiencias antárticas.


C.G.: -Voy a hacerte una pregunta que te podría hacer cualquier persona. Cuando vos estabas desarrollando el libro ¿Tuviste algún tipo de presiones para que no cuentes tal o cual cosa?


R.M.: -…No, no creo haber recibido presiones o cosa similar, sí he conocido a personal de las fuerzas armadas que me ha dicho que no conviene hablar de estos temas o me ha relatado alguna experiencia impactante, inexplicable, para luego advertirme “yo le comento esto a usted pero si alguien me pregunta voy a decir que yo no lo conozco”.  


Los casos que están relatados en el libro tienen en cuenta ese tipo de situaciones para no herir susceptibilidades, hay gente que tiene información pero no se anima a darla a conocer. Soy consciente de que existe esa información, en algunos casos sé incluso dónde se encuentra, pero no puedo acceder a ella. Sería importante que a nivel oficial se hiciera algo al respecto, estimado Carlos, porque si uno se presenta como un docente, como un estudioso, como un investigador civil sin un respaldo oficial, en algunos casos te facilitan la información y en otros no. Yo sé que hay documentos por desclasificar, que hay fotos y hasta videos que no están accesibles para su estudio y algún día pueden perderse para siempre.


 C.G.: -¿Cómo está hoy en día el estudio del fenómeno ovni en la Argentina y que lugar ocupa el tema dentro de las Fuerzas Armadas?


R.M.: -El fenómeno ovni siempre fue un tema de investigación para las Fuerzas Armadas, y en una visión histórica hasta podría decirse que las investigaciones de la Marina eran más interesantes que las de la Fuerza Aérea. En ambas fuerzas, a lo largo del tiempo siempre hubo comisiones investigadoras del tema, sean oficiales, semioficiales, públicas o reservadas. En este momento la Fuerza Aérea tiene una comisión que se denomina CIAE,  Centro de Investigación Aeroespacial, no es ningún misterio, pueden ver el link en la web de la Fuerza Aérea. Y esa comisión emite un dictamen anual con la resolución de los casos que investiga, sobre todo se trata de casos que tienen una explicación convencional.


Pero además hubo comisiones ovni en otros organismos militares como el CITEFA, y estas investigaciones del ámbito militar no siempre se realizaron con el mismo criterio, por ejemplo el Capitán Omar Roque Pagani (de la Armada) pensaba que a través de este tema se podía llegar a un gran descubrimiento y que el país que obtuviera ese descubrimiento ganaría preponderancia sobre los demás. Por su parte, el Capitán Daniel Perissé sostenía que la investigación ovni debía considerarse un tema de Estado, que reclamaba la intervención del Ministerio de Defensa (como se está haciendo ahora en Estados Unidos) ante fenómenos que hacen intrusión en el espacio aéreo nacional y eventualmente se sumergen en el mar. Digo esto para que se entienda que en las Fuerzas Armadas hay muy diferentes puntos de vista acerca de estos temas.


C.G.: -Con todo lo que has estudiado con todo el trabajo de campo y de archivo que has realizado ¿Cuál es tu opinión personal sobre el fenómeno ovni? 


R.M.: -En principio, ¿qué pasaría si en vez de haber un fenómeno hubiera más de uno, varios, distintos, que cometemos el error de unificar para simplificar el pensamiento? Lo más importante no es que haya un fenómeno, sino que haya un enfoque fenomenológico en el investigador, en vez de ceder al facilismo de salir a probar la hipótesis que más lo apasiona.

El aprendizaje que me deja este tema es que la realidad no es tan sencilla como la muestran en la televisión ni como la enseñan en la escuela, la realidad es mucho más amplia, tiene una complejidad que tratamos de simplificar, tiene elementos fuera de nuestra comprensión que a veces afloran, que de pronto emergen bajo la forma de una realidad diferente. Todos pasamos en algún momento de la vida por este tipo de episodios pero, y eso quiero dejarlo muy claro, no necesariamente se relacionan con “lo extraterrestre”, pueden ser unos aspectos ocultos de una realidad que habitualmente está velada y en alguna circunstancia especial se hace momentáneamente visible. 


C.G.: -Me la dejaste picando y partiendo de lo que vos dijiste, Rubén Morales, te lo tengo que preguntar: ¿Estás en condiciones de aceptar la realidad de otras razas que nos visitan? 


R.M.: -¡Por supuesto! Sí, en realidad no me gusta hablar de “razas extraterrestres” porque no deja de ser un criterio racista y estamos en una época de inclusión a nivel global.

Desde luego, debe haber otras civilizaciones, otras culturas, en muchos lugares del universo. Expliquémoslo de esta manera: Si yo fuera extraterrestre -algunos dicen que lo soy- y me invitan a participar de un tour hacia el sistema solar yo diría inmediatamente que de todos los planetas que orbitan el Sol ¡me interesa sobre todo conocer la Tierra! Porque Marte podrá ser un planeta muy lindo, con todo ese paisaje rojo hasta el horizonte, pero es  muy desolado y aburrido ¡En la Tierra hay más movimiento, acá es todo mucho más interesante! Así que si yo fuera extraterrestre y me dan un pasaje para este sistema solar no lo pienso dos veces, lo primero que deseo es ir a la Tierra y no me extrañaría que haya muchos otros en el universo que hayan pensado exactamente como yo. Voy por más, no solamente la tierra podría estar siendo “visitada” sino que podría tener una ocupación permanente desde hace muchísimos milenios, como decía el padre jesuita Salvador Freixedo cuando hablaba de la posibilidad de que formemos parte de una granja humana.


C.G.: -El tiempo se va acabando y tengo que hacerte la última pregunta pero la gente que accede al libro con que se va a encontrar, que le dirías. 


R.M.: -En principio agradezco a la editorial Grupo Argentinidad por haber confiado en mí, por haber publicado mi libro en una editorial que se caracteriza por temas históricos y bélicos, si bien es cierto que mi libro tiene un aspecto histórico porque de alguna manera recopila cosas extrañas que sucedieron en la Antártida, lo cual abre otro interrogante para reflexionar: ¿Qué temas se aceptan en la historia y qué temas se dejan fuera de la historia?

El libro enumera casos sucedidos a lo largo de los años en bases antárticas de diferentes países. Debo decirle a los lectores que me ha llevado más de 10 años de labor, que está escrito con una metodología académica con citas bibliográficas, referencias al pie, bibliografía… y les diría también que si en el futuro escribo algo más, espero hacerlo de manera menos rigurosa y más relajada. 


La propuesta del libro es que quienes se interesan por estos temas accedan a una información veraz, documentada, lejos de la superchería. Por eso el libro ha sido muy bien recibido tanto por interesados en el tema ovni como por personal antártico, estoy muy agradecido a todos los antárticos que me han enviado sus comentarios, de hecho una excelente reseña fue publicada en la web de la Fundación Marambio. 


C.G.: -Te agradezco Rubén, ¡muy interesante! Es importante decir que este tema está, existe, no se lo puede negar y ojalá que el próximo trabajo que realices confíes nuevamente en nosotros para editarlo.

domingo, 9 de abril de 2023

Hallan nuevo documento oficial sobre luces extrañas vistas desde la Antártida en 1962

Fue hallado recientemente un nuevo documento oficial referido al caso ampliamente descripto en el libro “Los Ovnis de La Antártida” bajo el título “Hallett, 7 de julio de 1962. Una luz como una pelota de básquet sobre la base” (1). Ese relato citaba fuentes especializadas como la revista neozelandesa Antarctic, además de los expedientes desclasificados del famoso Proyecto Libro Azul, ya que la estación antártica Hallett era operada conjuntamente por Nueva Zelandia y Estados Unidos en 1962.


Ahora, el investigador, escritor y archivista brasileño Rodrigo Moura Visoni acaba de hallar un nuevo documento oficial que ratifica esa observación. Se trata del Boletín NSF 62-36 del United States Antarctic Research Program, dependiente de la National Science Foundation. En la página 2 puede leerse:


“Estación Hallett: El 7 de julio a las 11:15 (GMT) varias personas de la estación observaron una luz brillante que atravesó el cielo desde el horizonte sur hasta el norte en 3 o 4 minutos. El objeto tenía la apariencia de tres luces separadas, la más grande dejaba tras de sí una estela de vapor que podía verse claramente en el cielo iluminado por la luna. Cuando el rumbo del objeto era aproximadamente el norte verdadero y se desplazaba no muy por encima del horizonte, surgió un intenso destello de luz que no pareció alterar su curso. Esta fue la segunda luz de este tipo vista este invierno en Hallett, la primera se observó el 7 de junio. Un objeto luminoso similar había sido observado el 18 de marzo por el personal de la base SANAE, en el otro lado del continente con respecto a Hallett.”

Finalmente cabe reflexionar que el descubrimiento, a más de 60 años de su publicación, de un boletín antártico norteamericano que habla sobre luces extrañas, nos pone en alerta acerca de cuántos otros casos debe haber, cuántos otros informes, en textos que jamás fueron consultados y que siguen acumulando polvo en los estantes de alguna biblioteca. La paulatina digitalización de los archivos, más la utilidad de las búsquedas algorítmicas seguramente facilitarán que en el futuro cercano sean encontrados más documentos como el aquí citado boletín NSF 62-36.


1) Morales, Rubén, “Los ovnis de la Antártida”, Bs. As., Grupo Argentinidad, 2018, pp. 288 y ss.


 

viernes, 28 de agosto de 2020

Un astronauta de la ISS filmó cinco extraños objetos sobre la Antártida

Por Prof. Rubén “Gurú” Morales

El astronauta ruso Iván Vagner publicó un video tomado desde la estación espacial internacional donde aparecen cinco cuerpos brillantes en órbita terrestre que bien merecen ser considerados como objetos voladores no identificados, al menos mientras los especialistas no encuentren una mejor explicación.



El 19 de agosto de 2020, Vagner capturó la escena cuando se disponía a registrar las hermosas auroras australes que se desplegaban sobre el sector antártico próximo a las costas australianas. Entonces advirtió que se veía algo no previsto y lo publicó en su cuenta de twitter. Es refrescante esa actitud de dar a conocer inmediatamente lo sucedido, a diferencia del secretismo gubernamental que solía rodear este tipo de avistamientos en años no tan lejanos.


Vagner encabezó su tuit expresando “Visitantes del espacio, o cómo filmé el nuevo time-lapse”, para luego advertir a sus seguidores que “en el video se verá algo más, no solo la aurora”.


En efecto, el video muestra el tránsito de una hilera oblicua de cinco objetos brillantes por encima de la atmósfera terrestre. Vagner se interroga en otro tuit “Entre los 9 y 12 segundos, aparecen 5 objetos volando alineados a la misma distancia. ¿Qué crees que son? ¿Meteoros, satélites, o…?”


Aclara que para el time-lapse realizó capturas a razón de un fotograma por segundo. Las imágenes luego fueron ensambladas en video con una velocidad de 25 fotogramas por segundo, de modo que el tiempo de observación real fue de 52 segundos. 


El video está ampliamente disponible en internet, por ejemplo en:


https://media.ambito.com/adjuntos/239/videos/037/973/0037973069.mp4


El astrobiólogo radicado en Taiwán Scott C. Waring respondió al tuit del astronauta exclamando: “¡Iván, esos son ovnis! Están espaciados uniformemente y en formación militar. Aquí envío un primer plano de su video. ¡Buen ojo amigo!”


Más allá de las conjeturas, aún no se ha podido determinar que eran esas luces misteriosas sobre la Antártida. Las enigmáticas imágenes se han enviado a los expertos en Roscosmos, del Instituto Central de Investigación de Construcción de Máquinas (TsNIIMash) y el Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia para un análisis más detallado.

"Es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre el video. Los especialistas deberán pronunciarse al respecto”, ha dicho Vladimir Ustimenko, portavoz de Roscosmos.

Entretanto, varios usuarios de Twitter arriesgaron la hipótesis de que los cinco objetos serían parte de la red de satélites Starlink, desarrollada por SpaceX y lanzada al espacio para proveer Internet a nivel global.


FUENTES:


https://www.ambito.com/informacion-general/ciencia/astronauta-capturo-un-video-cinco-ovnis-orbitando-la-tierra-n5126392


https://www.marca.com/tiramillas/actualidad/2020/08/23/5f42521b46163f3d488b45a5.html


https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/un-astronauta-capto-5-ovnis-mientras-filmaba-nid2426760


https://twitter.com/ivan_mks63/status/1296030323806003205


https://media.ambito.com/adjuntos/239/videos/037/973/0037973069.mp4

https://www.vigilia.com.br/no-espaco-cosmonauta-russo-filma-cinco-ovnis-sobre-a-antartida/


TESTIGO CLAVE CONFIRMA LA AUTENTICIDAD Y GRAN EXTRAÑEZA DE UN AVISTAMIENTO DESCRIPTO EN EL LIBRO “LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA”

Es uno de los casos más increíbles documentados en el libro escrito por el Prof. Rubén “Gurú” Morales, tanto es así que en la primera edici...