lunes, 29 de mayo de 2017

Hallan en Inglaterra nueva evidencia sobre los ovnis vistos en la Isla Decepción




Revelador artículo sobre "Los ovnis de la Antártida" en la publicación británica "BAS Club Magazine"

Peter Bird fue uno de los meteorólogos en la Base B de Isla Decepción en 1965, el año en que la noticia de los ovnis en la Antártida recorrió el mundo. Habiendo pasado más de medio siglo, es natural que casi nada recuerde de aquellos lejanos acontecimientos, pero se interesó por las indagaciones que estaba realizando Rubén Morales en la Argentina y le proveyó valioso material, que luego fue pertinentemente citado en el libro "Los ovnis de la Antártida". Ahora, ya con el libro en sus manos, Peter Bird realiza una revisión de su contenido, sobre todo acerca de aquel controvertido avistamiento británico de su querida Base B. Lo hace por ser un apasionado estudioso de las historias antárticas, sin ningún interés especial en la ufología, pero la lectura del libro lo impulsa a buscar la verdad histórica, a consultar con sus antiguos camaradas y termina hallando documentación que ni el mismo sospechaba encontrar…

Peter Bird
La revista británica "BAS Club" en su Nº 77 de mayo de 2017 abre su portada con una foto de esa enorme grieta en la Barrera de Larsen que preocupa al mundo entero, y en su interior (páginas 118 a 121) publica un sustancioso comentario acerca del libro escrito por el profesor Rubén Morales "Los ovnis de la Antártida".
La nota está rubricada por el expedicionario antártico Peter Bird, invernante en la "Base B" de Isla Decepción en 1965, justamente el año en que toda la prensa mundial se hizo eco de las observaciones de ovnis en esa pequeña isla. Además de comentar el contenido del libro, Bird ha localizado un informe británico jamás divulgado hasta ahora, que corrige datos y confirma la observación de una luz extraña sobre la isla el 2 de julio de 1965.

Merece destacarse la importancia institucional de la revista que contiene esta publicación. BAS es la sigla de British Antarctic Survey, organismo con sede en Cambridge, Gran Bretaña, del cual dependen todas sus bases en la Antártida, así como demás operaciones polares y actividades de investigación antártica británica. El "BAS Club" es la entidad que nuclea al personal pasado y presente del British Antarctic Survey y a miembros de anteriores programas antárticos como la Falkland Islands Dependencies Survey (Fids) y la Operación Tabarin (Ver: http://basclub.org). En otras palabras, la "BAS Club Magazine" es el medio de prensa escrita del personal antártico británico.

Aledaños de la Base B, Isla Decepción, en 1965.
Para ilustrar a los lectores de BAS Club Magazine sobre algunos avistamientos emblemáticos citados el libro, Peter Bird eligió la observación de su compañero en la Base B Bernie Chappel (2 de julio de 1965) y el estremecedor caso de los cuatro expedicionarios chilenos en la Isla Robertson del 8 de enero de 1956. "El libro es tan interesante que primero pensé en seleccionar algunas partes para compartir con ustedes. Desafortunadamente está en español y como supera las 350 páginas, resulta demasiado extenso para traducir poco más que algunas líneas", indica Peter Bird al iniciar su nota, y más adelante expresa:
Bernie Chappel, protagonista de la observación del ovni.
 "La Isla Decepción concentró la atención de la comunidad ovni porque, aunque sólo es una pequeña isla, había bases del Reino Unido, de Argentina y de Chile y cada nación tuvo sus avistamientos con diferencia de días entre sí en julio de 1965, y un hombre argentino a quien conocí, Stanich, también tuvo avistamientos en junio.
Aunque pasaron más de cincuenta años aún se publican libros sobre estos incidentes y otros similares en el continente helado. Debo declarar un interés personal en el asunto por haber estado en la base B durante el invierno austral de 1965 y fui así participante involuntario de unos acontecimientos de los que siento decir ¡que no tengo absolutamente ningún recuerdo!. Un pequeño consejo para presentes y futuros antárticos: ¡ESCRIBAN UN DIARIO! Nunca se sabe lo que tendrá que recordar uno dentro de cincuenta años.
Una de las cosas que me di cuenta ni bien comencé a leer el libro es que los ovnis se toman mucho más en serio en la Argentina que en el Reino Unido. Hay incluso cafés ovni en Buenos Aires donde personas de mentalidad similar pueden reunirse para hablar sobre los últimos incidentes que les interesan. Entonces no sorprenderá a los lectores decirles que Rubén frecuenta uno, llamado RIO54. Podría sorprenderles un poco más saber que Rubén es  discípulo del difunto Capitán Daniel Perissé que fue Comandante de la Base Naval Argentina en Decepción durante el invierno de 1965 y que el propio Perissé había escrito un libro llamado Fenómeno OVNI: Reflexiones, Investigaciones y Estudios, del cual Rubén escribió el prólogo." (…) "Para un escéptico, los exámenes minuciosos de unas evidencias físicas tenues y transitorias pueden parecer desalentadores, pero Rubén Morales trae algo nuevo a este juego porque además de ser ufólogo es psicólogo social y docente de comunicación política en una universidad de Buenos Aires. Por lo tanto, está idealmente situado para guiar a los lectores a través de las complejidades políticas de un evento que asumió relevancia internacional y explicar cómo la diseminación de las noticias termina siendo rehén de las creencias y motivaciones del mensajero. Esta capacidad de percepción, junto a la imparcialidad con que presenta las diferentes versiones de un mismo evento, hacen que este libro sea una importante contribución a la literatura ovni."
Peter Bird en la Antártida, 1965
Pero acaso el pasaje más importante del artículo de Peter Bird es el que se refiere a la observación hecha por los británicos, esa observación de la que seguramente no participó, por lo cual no recuerda nada, pero ha logrado localizar una nueva fuente jamás antes consultada: El diario manuscrito de uno de sus camaradas antárticos, el mecánico aeronáutico de la RAF Jeff McDermott. Explica al respecto Peter Bird: "Parece haber algunas dudas acerca de la fecha y hora en que se produjo la observación [británica] y algunos han utilizado estas inconsistencias para socavar la veracidad de toda la historia. Afortunadamente he hallado ayuda disponible, ya que por primera vez, otro miembro de la base, Jeff McDermott (alias Black Mac) ha desenterrado su diario del año 1965 y ha tenido la amabilidad de permitirme citarlo textualmente. Esta es su entrada para el 3 de julio de 1965:
'La noche de ayer, mientras Bernie estaba haciendo la observación de las nueve en punto, notó una estrella brillante sobre la colina de Ronald, que se movía muy rápido a una elevación de unos 20 grados. Después de completar un curso en zig-zag de unos 15 grados se detuvo, retrocedió parte de su curso y llegó a una detención final. Varios de los muchachos la observaron en esa posición final y algún tiempo después desapareció. Esta noche, a eso de las nueve, tanto desde la base argentina como de la chilena vieron un objeto similar.
Angelo en la PAC vio una luz móvil que venía del sur, giró sobre nuestra base y volvió al sur. Los argentinos vieron uno en el sur pero lo perdieron. Han enviado la información a BA …'
"

(BA = Buenos Aires, Angelo = Angel Concha Cáldera meteorólogo chileno, PAC = Base Presidente Aguirre Cerdá, dependiente de la Fuerza Aérea de Chile)

Allí termina el informe sobre el ovni de McDermott, dado a publicidad por primera vez en la BAS Club Magazine ¡52 años después!. Bien dice Peter Bird que ese reporte es "oro sólido" para comprender lo que pasó.
Sigue explicando Peter: "Jeff, en un correo electrónico posterior me dice:

'Estoy seguro de que todo esto ocurrió el tercer día, porque nunca hice una entrada en fecha posterior, a menos que estuviera visitando una de las otras bases y no llevara mi diario conmigo, en cuyo caso lo habría dicho.'"

Lo que le llama la atención a Peter -y a nosotros también- es que la descripción recientemente hallada en el diario de Black Mac tiene algunas notables concordancias con la publicada en los diarios chilenos el 6 de julio de 1965, apenas 3 días después:

“En comunicado del mismo día [sábado 3 de julio] a las 20.30 horas, local, con la base inglesa, informan que el día anterior [viernes 2], a las 19.45 horas, vieron cinco miembros de esa dotación un objeto celeste, por el norte de la isla, desplazándose y con su curso zigzagueante, para luego sufrir una detención de cinco a diez minutos, desapareciendo en la altura. Era de color rojo amarillento, variando al verde. La altura estimada era de 20 grados y del tamaño de una estrella de primera magnitud.” (Citado en pág. 195 de "Los ovnis de la Antártida")

A partir de estas coincidencias, Peter Bird amplió su investigación y consultó a Bill Geddes, quien había sido el operador de radio en la base británica, pero Geddes le manifestó no recordar en absoluto que haya existido esa transmisión hablando de un tema tan especial y por lo tanto recordable! A raíz de eso, Peter Bird reflexiona:

"No quiero caer en la tentación de buscar motivaciones, ante una secuencia de eventos, a partir de frases sueltas escritas hace cincuenta años, pero todavía la pregunta flota en el aire: ¿Cómo las bases extranjeras llegaron a oír de nuestro avistamiento tan rápidamente? Los lectores notarán la disparidad entre el relato chileno y el de Black Mac's: Los chilenos dicen que cinco miembros de la base vieron un objeto en movimiento, en tanto Black Mac dice que sólo vimos un objeto estacionario. Es una gran diferencia.
De todos modos, volviendo al libro de Rubén: en su meditada consideración sobre si realmente ocurrió el acontecimiento, advierte la tendencia británica a jugar bromas, nuestro sentido del humor tiende hacia una visión irónica del mundo, nuestra arrogancia lleva a hacer trizas a nuestros vecinos. Todo lo cual podría haber hecho que el avistamiento en sí fuera indigno de confianza.
Tengo que confesar que su interpretación de las acciones y motivaciones de los británicos no nos presenta con la mejor imagen. Aunque en mi propio caso es indudablemente correcto, he conseguido encontrar entre las pertenencias de mi madre -después de su muerte- una carta que le escribí desde Decepción en noviembre de 1965 -es decir, la primera carta que salió después del invierno austral- que compartí con el autor del libro. Para mi vergüenza, me había burlado de Daniel Perissé, el comandante de la base argentina, aludiendo de manera cómica a su visión de los ovnis (y también sus intentos de comunicación psíquica con los buques de guerra) como podía hacerlo entonces un joven de 23 años que creía saberlo todo. Mis tardías disculpas a la memoria del comandante Perissé, que falleció en el 2008.
Al señalar la reticencia del BAS a decir más de lo absolutamente necesario, Rubén no tiene en cuenta la situación en el Reino Unido en los años 60. BAS, en particular, se encontraba en una posición delicada: Su propia existencia estaba en duda, hasta que formalmente quedó bajo la égida del Consejo Nacional de Investigaciones Ambientales (NERC) en 1967. No hubiera sido bien recibida la publicación de informes de observaciones de fenómenos de los cuales el stablishment de la comunidad científica era altamente escéptico cuando el personal del BAS estaba en un punto crítico de las negociaciones. Sir Vivian Fuch's, en su libro Of Ice and Men, p.159, explicita parte de este contexto. Además, los escritores populistas de esa época sobre visitas extraterrestres a la Tierra, como Charroux y Von Däniken, habían presentado su evidencia en términos tan sensacionalistas que inmediatamente los desacreditaban, al punto que Carl Sagan no podía rescatar a la ufología del subsuelo en el que estos escritores la habían enterrado.
Aunque es un creyente, Rubén Morales tiene un enfoque sistemático y sobrio de la evidencia, no sólo de los incidentes de Decepción, sino también de otros episodios bastante sorprendentes. (…) Tampoco es un libro sin humor. En Decepción, Perissé está tan ocupado dando entrevistas a la prensa que el almirante a cargo de las operaciones navales no puede llegar a él durante días. En la base Orcadas, el comandante se enoja tanto con un subordinado que no cree en los avistamientos de ovnis que lo persigue por toda la base con un sable hasta que el pobre se atrinchera en su camarote mientras el comandante le golpea la puerta. Como en el camarote había un revólver calibre 45 la escena pudo haber tenido un mal fin. [Por suerte eso no sucedió!].
Pero donde Morales se destaca es en su reconstrucción de las conversaciones que tuvieron lugar entre los miembros de las bases y el mundo exterior. Si usted lee la historia de la operación de apéndice de Bill Geddes en el número 71 [de la BAS Club Magazine] que Rubén Morales escribió, sabrá lo que quiero decir, y este estilo de escritura hace que todo parezca tan real y da una sensación de inmediatez como si el suceso hubiera pasado ayer y no 50 años atrás. Tal vez las palabras no son exactamente las que ya expiraron, pero hacen que el pasado vuelva a cobrar vida.
Rubén me cuenta que este libro ha sido bien recibido en América Latina. Merece un público más amplio del que recibirá en ese ámbito, ya que es un relato de agradable lectura sobre eventos misteriosos, no sólo de Decepción, sino en toda la Antártida. También puede considerarse un manual político sobre cómo gerenciar la cobertura de medios de comunicación en beneficio propio."


sábado, 27 de mayo de 2017

La Barrera de hielo Filchner-Ronne también está en riesgo

Infografía publicada en Tendencias21. Click para ampliar.
En tanto que la comunidad internacional se preocupa por el avance de la grieta en la Barrera de Larsen C, el sitio Tendencias21 anuncia que también está en peligro la segunda barrera de hielo más grande de la Antártida, conocida como Barrera de hielo Filchner-Ronne, con una superficie de 430 000 km² y 650 metros de espesor, la cual podría contraerse drásticamente en las próximas décadas por efecto del calentamiento global, según un estudio publicado en Journal of Climate.

Los investigadores han  identificado los procesos oceanográficos y físicos que podrían conducir a un flujo irreversible de agua caliente bajo la plataforma de hielo, algo que ya se ha observado en el mar de Amundsen (situado en el océano austral), amenazando a la barrera de hielo Filchner-Ronne. VER MAS EN TENDENCIAS 21

jueves, 25 de mayo de 2017

EL MITO DE LA BASE NAZI EN LA ANTÁRTIDA

Dos investigadores, Colin Summerhayes del Scott Polar Research Institute, que depende de la Universidad de Cambridge y Peter Beeching de Toronto han realizado un trabajo de intenso análisis documental para esclarecer las insistentes versiones que circulan en internet sobre la existencia de una base secreta de los nazis para la investigación de fenómenos extraterrestres que supuestamente se halla oculta en algún lugar de la Antártida. El informe concluye que si bien es cierto que los nazis viajaron a esta región remota, no lo es que ocultaran en sus profundidades valiosísimas obras de arte obtenidas durante la guerra, ni tampoco que construyeran platillos voladores con tecnología alienígena, y en la Argentina INFOBAE publicó un interesante artículo sobre el tema titulado "Por qué hay gente que cree que hay una base nazi secreta en la Antártida".

El abstract del informe de Summerhayes-Beeching dice textualmente:
En enero-febrero de 1939, una expedición secreta alemana visitó Dronning (o Reina) Maud Land, en la Antártida, aparentemente con la intención, entre otras cosas, de establecer allí una base. Entre 1943 y 1945 los británicos lanzaron una operación secreta antártica durante la guerra, denominada en código Tabarin. Los hombres del Special Air Services Regiment (SAS), las fuerzas encubiertas de Gran Bretaña por operar detrás de las líneas, parecían estar involucradas. En julio y agosto de 1945, después de la rendición alemana, dos U-Boats llegaron a la Argentina. ¿Habían estado en la Antártida para desembarcar tesoros nazis o jerarcas?
En el verano austral de 1946-1947, la Marina de los Estados Unidos parecía "invadir" la Antártida usando una poderosa fuerza. La operación, denominada Highjump, fue clasificada como confidencial. En 1958, tres armas nucleares fueron explotadas en la región, como parte de otra operación clasificada de Estados Unidos, llamada Argus. Dada la falta inicial de información sobre estas diversas actividades, quizás no es sorprendente que algunas personas las conecten para producir un patrón en el que se acusaría a los gobiernos de suprimir información sobre "lo que realmente sucedió", y se usaría estas porciones de información para construir el mito de una gran base alemana existente en la Antártida, así como de esfuerzos aliados para destruirla. Utilizando el conocimiento de datos previos de la Antártida y la información relativa a estas actividades que se ha publicado desde principios de la década de 1940, se demuestra: que los dos U-Boats no podrían haber llegado a la Antártida; Que no había una base militar secreta alemana en Dronning Maud Land; Que las tropas del SAS no atacaron la supuesta base alemana; Que los hombres del SAS en la región en ese momento tenían empleos civiles; Que la Operación Highjump fue diseñada para entrenar a la Marina de los EE.UU. para una posible guerra con la Unión Soviética en el Ártico, y no atacar a una supuesta base alemana en la Antártida; Y que la Operación Argus tuvo lugar sobre el océano a más de 2000 km al norte de Dronning Maud Land. Las actividades que se clasificaron han sido posteriormente desclasificadas y ya no es difícil separar el hecho de la fantasía, a pesar de que muchos consideran atractivo no hacerlo.
El informe completo puede descargarse en PDF.

https://www.cambridge.org/core/journals/polar-record/article/hitlers-antarctic-base-the-myth-and-the-reality/56465FFEA98E416F559C7F02AB20CE19

http://documents.mx/documents/la-base-antartica-de-hitler.html


HISTÓRICA REVISTA FRANCESA COMENTA "LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA"

La revista LDLN ha publicado un artículo acerca del libro "Los ovnis de la Antártida" de Rubén Morales.
Los más veteranos interesados en estos temas recordarán que LDLN fue, en décadas pasadas, una sigla mencionada con un respeto cercano a la veneración. "Lumières Dans La Nuit" (LDLN) fue una pionera revista ufológica creada en 1958 por el investigador Raymond Veillith y se convirtió en la publicación insignia de la ufología de Francia en los años 1960 y 1970, cuyas páginas se abrieron a los más renombrados autores de diversos países. Luego tuvo como directores a J. Mesnard y L. Boulanger, y ha sido recientemente relanzada bajo la dirección de Jean-Louis Lagneau a quien agradecemos la publicación de este artículo titulado simplemente "Ovnis en Antarctique", rubricado por Daniel Olivan.
 

Entre otros conceptos, dice Olivan:
"Rubén Morales ha pasado diez años en la búsqueda de documentos, pruebas testimoniales, periodísticas, documentos desclasificados, etc… Ha conducido una investigación policial, confrontando sus resultados para rescatar en especial tres casos, los más plausibles y representativos de los eventos sucedidos sobre estas bases aisladas del mundo. Y hasta salió a buscar a los últimos sobrevivientes de estas aventuras, con fotos que lo avalan.
En la página 240 el autor resume 15 observaciones sucedidas durante 1965 con las fechas, las horas de las observaciones, duración, cantidad de objetos, posiciones, sentido de arribo y de partida, desplazamientos, tamaños, aspecto y cantidad de testigos, cuyos nombres se citan en detalle en los capítulos correspondientes. Estos testimonios dieron origen a lo que se indica en la introducción: Un comunicado de la Secretaría de Marina (Nacional Argentina) declarando la observación de objetos extraños, sobre diversas bases antárticas, que no correspondían a las características de aparatos aéreos convencionales. Por eso el titular central de uno de los diarios del 7 de julio de 1965 decía: ESTAN AQUI, Y ES OFICIAL!!!
Destacamos en particular el capítulo 'Los ovnis de la Antártida llegan a la Universidad de Colorado', en el que el autor repasa el informe del Dr. E. U. Condon del 'Blue Book' que consagra tres páginas a éstas observaciones!"

Destaca también la nota:
"Esto parece definir a un fenómeno específico y tal vez particular del continente blanco. Entonces, este no es uno de esos libros que buscan probar la existencia de bases extraterrestres bajo los polos o demostrar que nos visitan seres de otros planetas. El autor tiene ambiciones más simples pero también inquietantes, recopila un conjunto increíble de historias sobre observaciones extrañas en los cielos del extremo sur del mundo."

 El artículo de LDLN "Ovnis en Antarctique" pasa revista a diversos episodios narrados en el referido libro, como las persecuciones y ataques por parte de la Marina a los submarinos fantasmas en el Atlántico Sud, menciona los conocidos casos de las bases Decepción y Orcadas en 1965 así como destaca la tarea del capitán Daniel Perissé en la investigación de los mismos y finalmente, como ejemplo paradigmático de los fenómenos antárticos más extraños, resume el prolongado avistamiento realizado por un equipo de cuatro científicos chilenos en Isla Robertson, el 8 y 9 de enero de 1956. Por fin concluye: "este es uno de los casos entre decenas mencionados en el libro, son casos que parecen pertenecer a otra realidad, situada más allá de la ufología clásica, son casos perturbadores, algunos muy simples, otros muy inquietantes, ellos son los ovnis de la Antártida."



EL CALEUCHE, EL BARCO FANTASMA DEL SUR

El Caleuche es el barco fantasma de los canales fueguinos al sur, que muchos marinos chilenos -en diversos tiempos- aseguran haber visto esconderse tras abruptos acantilados o aparecer de la bruma entre los hielos flotantes, a la deriva con las velas hechas jirones y acaso distinguiendo las siluetas de sus espectrales marineros. Un artículo que lleva la firma de Jorge Alvarez nos interna en una mitología que combina las tradiciones mapuches con las creencias cristianas posteriores a la conquista, en un complejo sincretismo. "El caso es que una de las versiones del Caleuche se identifica con el Barco de los Brujos de Chiloé: sólo ellos pueden viajar en él por orden de Millalobo, el rey del mar con apariencia mitad humana mitad lobo marino que les proporciona caballos acuáticos para llegar a tierra cuando arriban al lugar cada tres meses." dice Alvarez. Continuar leyendo en La Brújula Verde.

LA HISTORIA DEL YETI DE THULE

El Yeti - Imagen ilustrativa
Quienes piensen que las historias sobre el Yeti pertenecen solo al hemisferio norte, se equivocan. La criatura fabulosa despectivamente definida a veces como "el abominable hombre de las nieves" ha derramado pánico también en la Antártida. En diversas épocas, y tenemos testimonios directos de los años '50 y '60 las historias sobre apariciones del gigante de los hielos circulaban en las reuniones de sobremesa que a veces se extendían luego de las cenas antárticas. El "Turco" Hugo Abraham, que ha pasado 10 años de su vida como radiotelegrafista en diversas bases de la Armada, recuerda muy bien que había meteorólogos que se hacían acompañar para hacer las mediciones nocturnas por miedo al extraño personaje. Y hasta hubo un episodio, en 1955, en que por un momento se tuvo la certeza de haber abatido a tiros al mítico Yeti. Pero esa historia está mejor contada en otra web, y aquí va el link para seguir leyendo…

A un año de presentarse el libro LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA

El primer libro escrito por Rubén Morales "Los ovnis de la Antártida", ha generado positivas repercusiones y comentarios en las redes sociales y ya está próxima a agotarse la primera edición, a un año de su lanzamiento. La obra es resultado de un profundo trabajo de investigación y recopilación materializada en este importante volumen con más de 350 páginas con información novedosa, además de numerosas fotos e ilustraciones.
Tratándose de un libro que vincula temas "ufológicos" con temas "antárticos" hubo en principio dos presentaciones diferenciadas. El 2 de junio de 2016 fue presentado en el Café Ufológico RIO54, la clásica reunión mensual de los interesados en los ovnis de Buenos Aires y el 4 de junio el libro llegó a manos de invernantes antárticos en la Reunión de amigos del GACW, entidad que nuclea a los radiotelegrafistas en sistema morse, los profesionales que eran indispensables para las comunicaciones con las bases antárticas antes de que surgiera internet y la transmisión satelital.

En la primera presentación, Mario Lupo, el co-coordinador del Café Ufológico RIO54, resaltó la información publicada en el libro sobre las actividades de investigación en el tema ovni que encauzó oficialmente la Armada Argentina entre las décadas de 1950 y 1970. Le sorprendieron ciertos detalles, por ejemplo que en una ocasión, cuando se detectaron objetos no identificados bajo el mar cerca de nuestras costas se realizó un masivo ataque con bombas de profundidad y otras armas antisubmarinas, con un gran despliegue de buques de guerra y fuerzas aeronavales.

Luego Rubén Morales dijo que se sintió especialmente motivado a publicar este libro por las muchas anécdotas sobre avistamientos que le fueron relatadas como testimonio directo de invernantes antárticos, mayormente argentinos pero también de otros países. Morales hizo una pausa y luego remarcó que algunos de ellos ya no están entre nosotros, como el capitán Daniel Perissé, el meteorólogo Hugo Stanich y el radiotelegrafista Abel Aguirre, quienes tiempo antes de partir al más allá dejaron su testimonio que por fin se publica en este libro.
El autor expresó después que los reportes de objetos no identificados en los cielos del extremo sur han sido más numerosos de lo que se cree y que en este libro, por primera vez, se recopilan testimonios directos pro y contra, documentos oficiales, expedientes desclasificados y datos de fuentes confiables acerca de historias extraordinarias en el continente blanco.

Tanto Lupo como Morales resaltaron la importancia del Café Ufológico RIO54, con sus reuniones mes a mes a lo largo de 6 años consecutivos, como espacio contenedor, como punto de referencia para la investigación y realizaciones tales como este nuevo libro. En esa misma línea, Morales ofreció beneficios a los participantes del primer café ufológico argentino, en particular a los iniciadores, que deseen tener el libro. En esta oportunidad le fue entregado un ejemplar como obsequio a Juan Failla por haber sido parte de la primera mesa de RIO54 reunida el 6 de mayo de 2010.

El sábado 4 de junio, el libro "Los ovnis de la Antártida" fue presentado nuevamente, pero ésta vez ante el personal antártico que participó en la 30ª Reunión de Amigos del Grupo Argentino de CW (GACW), entidad que agrupa a los radiotelegrafistas (que transmiten sin usar micrófonos), una especialidad profesional que era indispensable en las bases antárticas antes del surgimiento de internet y de la telefonía celular. CW es la abreviatura de la expresión inglesa "continued wave" (onda continua), que al ser entrecortada por los "puntos" y "rayas" del código morse, posibilita las comunicaciones radiales a grandes distancias.

El autor pronunció una breves palabras en una presentación que tuvo aspectos emotivos en ese ámbito, y obsequió ejemplares a Oscar Atienza (Base Orcadas, 1961), Carlos Portaluppi (Base Decepción, 1961) y Francisco "Tito" Burzi (Base Orcadas, 1961) que colaboraron con materiales y anécdotas personales para el libro.

Cabe destacar que si bien es el primer libro que escribe Morales, previamente ha publicado diversos artículos sobre temas antárticos en el Boletín del Centro Naval, en el Boletín de la Asociación Polar Pingüinera, en la web de la Fundación Marambio y en la British Antarctic Survey Club Magazine.
Fue galardonado en dos oportunidades con el "Premio Almirante Irízar" que otorga el Centro Naval a las mejores notas sobre temas antárticos.
Morales es además un conocido referente de la ufología argentina y prologó el libro "Fenómeno ovni, reflexiones, investigaciones y estudios" del capitán de fragata Daniel Perissé.

Como bien expresa el autor en la contratapa del libro: "Uno de los mayores desafíos de comunicación política para un gobierno sería informar a los ciudadanos que, definitivamente, los ovnis existen y no son de este mundo. Los comunicados de la Secretaría de Marina del 6 y 7 de julio de 1965 sobre los ovnis vistos en la Antártida Argentina fueron un esbozo de tal desafío comunicacional, que de hecho desencadenaron un formidable fenómeno de multiplicación periodística con una cascada de repercusiones en la opinión pública”.

Los interesados en el libro pueden solicitar información a través del mail respondo@gmail.com

TESTIGO CLAVE CONFIRMA LA AUTENTICIDAD Y GRAN EXTRAÑEZA DE UN AVISTAMIENTO DESCRIPTO EN EL LIBRO “LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA”

Es uno de los casos más increíbles documentados en el libro escrito por el Prof. Rubén “Gurú” Morales, tanto es así que en la primera edici...